viernes, 27 de febrero de 2015

Cómo evitar gossypibomas

Si te ha picado la curiosidad es que tú tampoco conocías el significado de la palabra "gossypiboma", en parte me consuela.

GOSSYPIBOMA deriva del latín gossipium (que significa algodón) y del kiswahili o swahili boma (que significa escondite, sitio donde se oculta o disimula algo). Como estarás imaginando es un término utilizado para describir las gasas quirúrgicas olvidadas en el cuerpo y su correspondiente reacción a cuerpo extraño. Otras palabras empleadas son "textiloma" o "gasoma", que casi me suena peor que la palabra "bultoma". Nunca pensé que algo me sonaría peor que "bultoma".

Bromas aparte, se trata de un asunto muy serio. Estamos hablando de un suceso centinela, un suceso inesperado que produce o puede producir muerte o lesión grave de índole física o psíquica. El -puede producir-, tiene por finalidad considerar como sucesos centinela, a aquellos incidentes que no han llegado a ocasionar daño pero que de mantenerse las condiciones que permitieron su aparición, alguna variación en las circunstancias podría tener consecuencias fatales. Un cuerpo extraño retenido  no intencionado después de una cirugía se trata de un never-event, un suceso que no debería ocurrir nunca.


Gasa quirúrgica marcada con material radioopaco

La incidencia de los gossypibomas podría estar infraestimada: las implicaciones medico-legales que tienen estas situaciones, hace que rara vez se notifiquen, y que además sus complicaciones sean igualmente infravaloradas. Por suerte, el dejarnos una gasa quirúrgica en cirugía de cabeza y cuello es menos frecuente que en cirugía abdominal, las cavidades son mucho más pequeñas. Y efectivamente la mayoría de los casos publicados son relativos a cirugía abdominal. En lo que sí debemos de prestar mucha atención es en el material utilizado en los taponamientos nasales y faríngeos, y contabilizar que lo que se introdujo es lo mismo que lo que se ha extraído.

Una gasa quirúrgica retenida desencadenaría dos tipos de respuestas biológicas: una reacción fibrinosa aséptica a cuerpo extraño o una reacción exudativa con formación de un absceso.
Los síntomas de un gossypiboma variarán en función de la localización, del tamaño de la gasa y de la reacción que ocurra (fiebre, dolor, fístula, masa, absceso...).

Si el antecedente de intervención quirúrgica es reciente, es más fácil que ante cualquier síntoma podamos sospechar una reacción a cuerpo extraño. Sin embargo, el reto diagnóstico se presenta cuando han pasado meses o incluso años de la intervención. El gossipyboma puede tener varias manifestaciones radiológicas en función de la localización y del tipo de reacción a cuerpo extraño.

¿Qué factores se relacionan con un aumento del riesgo de "olvidar" material tras una cirugía? No hace falta pensar demasiado:
  • Cirugías de urgencia o cirugías realizadas a deshoras.
  • Cirugías largas o cirugías en las que el volumen de sangre perdido supera los 500 cc.
  • Cambios en el tipo de cirugía que se tenía planificado realizar.
  • Pacientes con un indice de masa corporal elevados.
  • Desorganización y poca comunicación en el equipo quirúrgico.
  • Que haya más de un equipo quirúrgico o que se realice más de un procedimiento.
  • Que no se haga conteo de gasas, o que el conteo sea incorrecto.
  • Que se produzcan eventos intraoperatorios inesperados.
  • Que haya cambios en el personal quirúrgico durante la intervención.
  • El factor final: el error humano.

La prevención de un gossipyboma parecería sencilla, y aún así son sucesos que ocurren. Utilizamos de gasas quirúrgicas marcadas con material radioopaco, se hace un recuento manual de gasas, revisamos la cavidad operatoria antes de cerrar,  preguntamos si el recuento ha sido correcto, o hacemos uso de la radiología intraoperatoria cuando el recuento es incorrecto. 

Es más reciente es el recuento de material quirúrgico marcado con un código de barras: es un método coste-efectivo cuando se compara con la radiología. Sin embargo, el recuento debe de realizarse con el material fuera del paciente, dado que el scanner no lee a través de tejidos. Otra desventaja es el tiempo que se tarda en quirófano en llevarlo a cabo y la adaptación al uso por parte del personal. También se están utilizando sistemas de detección por radiofrecuencia, meadiante chips implantados en el material quirúrgico o en las esponjas. Se utiliza al final de la intervención, para complementar el recuento manual. Una de las desventajas es que no distingue número de elementos retenidos en el cuerpo. Lo más novedoso parece ser el sistema de indentificación por radiofrecuencia (RFIDs), insertando un chip identificativo en cada esponja quirúrgica.

Recuento quirúrgico

La cultura de la Seguridad del Paciente nos debería llevar a notificar todos estos eventos adversos: es necesaria una transparencia en la comunicación de los hechos y la no culpabilización o carácter punitivo por parte de la organización sobre el que lo notifica o comete. La monitorizacion de los eventos adversos es importante para poder ser detectados a tiempo y evitar que ocurran, y esencial que las organizaciones dispongan de sus propios sistemas de notificación de eventos adversos.

Las organizaciones acreditadas por la Joint Comission International (JCI) están invitadas a notificar voluntariamente a la JCI los eventos centinela que ocurran en su organización. Cuando un centro decide compartir esta información con la JCI, debe transmitir la descripción del evento (lo que ocurrió), el análisis causa raíz realizado y el plan de reducción de riesgos elaborado para evitar que vuelvan a ocurrir incidentes similares. La Joint Commission revisa el análisis y, si lo considera necesario, aporta sugerencias metodológicas a la organización, para mejorar la efectividad de sus estrategias de reducción de riesgos.

Ya sabemos una palabreja nueva: gossypiboma.

BIBLIOGRAFÍA
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