viernes, 18 de abril de 2014

Abra la boca, pero...¿saque la lengua?

Había pensado en hablar de la exploración de la orofaringe, pero menuda chorrada, ¿no? Es una exploración sencilla: introducimos el depresor lingual en la boca y listo.

Pues no, en ocasiones examinar la orofaringe es bastante complicado. Podemos tener más o menos experiencia, pero la anatomía y el reflejo nauseoso del paciente nos condicionan muchas veces la exploración. 

No quisiera insistir más en el tema del espejo frontal, pero es un elemento con el deberíamos estar familiarizados: nos ofrece buena luz y nos da la posibilidad de trabajar con las dos manos. 

¿Que hacemos con la lengua? Cuando indicas abrir la boca, la mayoría de los pacientes instintivamente sacan la lengua y contienen la  respiración. Si la anatomía es favorable, “podremos” ver algo de la orofaringe. Pero si la apertura bucal esta disminuida o el paciente tiene una lengua grande no veremos nada de nada. Y si con la lengua fuera, intentamos bajarla con el depresor de madera, a parte de tener que hacer mucha fuerza, le puede desencadenar la nausea (o romper el depresor) y condicionar ya el resto de la exploración.

Si no, fijaos en las diferencias anatómicas que puede haber. En la foto de arriba a penas vemos nada.

Diferencias anatómicas en la apertura bucal
Por eso, le indicaremos al paciente que deje los brazos relajados, que abra la boca, que no proyecte la lengua, que no contenga la respiración y que respire normalmente por la boca.  De este modo, elevará un poco el velo del paladar, bajará la lengua y nos permitirá acceder mejor a la orofaringe. Le indicaremos que diga "aaaa", lo que hará que contraiga el paladar blando.

Podemos utilizar un depresor o dos. Ahora que lo pienso, excepto en niños que utilizo un depresor, suelo servirme de las dos manos, un depresor en cada una. Así puedo deprimir la lengua, separar el vestíbulo o el pilar anterior, tocar la amígdala, y ver mejor zonas que quedan un poco ocultas (polo inferior amigdalar, trígono retromolar...).

Mantener la lengua dentro de la boca y respirar normal por la boca

La depresión de la lengua debe de ser una maniobra suave y hacerse hacerse sobre el dorso lingual, no sobre la base, que desencadenaría reflejo nauseoso.

“Dra, yo soy muy mala para esto de la boca”

Con estos consejos, muchos paciente se quedan sorprendidos de lo bien que ha ido la exploración (por muy fácil que parezca).

Os dejo un pequeño esquema. ¡Pasad una buena Semana Santa!

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