viernes, 20 de diciembre de 2013

Productos seguros para niños: los alimentos también

La semana pasada pudimos leer en el blog Pediatría Basada en Pruebas una entrada sobre la seguridad de los productos para niños. Enlazaba a una "Guía de productos seguros para niños: productos potencialmente peligrosos" en la que han colaborado, entre otras sociedades, la Asociación Española de Pediatría y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.

Tras la lectura de la entrada me vino a la cabeza un artículo publicado en el número de diciembre del International Journal of Pediatric Otorhinolaringology: "Food choking hazards in children" (atragantamientos peligrosos por comida en niños).


Así como los productos para niños están sujetos a todo un sistema de vigilancia, legislación, regulación, por ejemplo los juguetes, ¿ocurre lo mismo con la comida? La aspiración de cuerpos extraños, entre los que se incluye la comida, es un accidente "frecuente" que puede poner en peligro la vida del niño. Me surge también la pregunta: ¿son las familias conscientes del peligro potencial de introducir en la dieta un alimento sólido (y pequeño) cuando no está indicado por edad? ¿O de dejarlo al alcance del niño?

En la publicación hacen una revisión de 72 artículos (55 estudios observacionales y 17 series de casos clínicos o reporte de casos) sobre la aspiración de cuerpos extraños y alimentos.

  • La aspiración de cuerpos extraños es más frecuente en niños (87%) que en niñas.
  • La mayoría tienen menos de 5 años (95%), con un pico entre 1 y 3 años. A partir de los cinco meses los niños comienzan a adquirir presión manual y tienden a llevarse todo a la boca mientras ríen o lloran. Por otra parte, la ausencia de premolares y el cierre defectuoso de las arcadas dentarías producen una masticación insuficiente. Además vías respiratorias tienen un diámetro muy estrecho, con lo que la expulsión del cuerpo extraño con la tos o con la maniobra de Heimlinch puede no funcionar.
  • En el 93% de los casos el suceso es visto por alguien. Un dato que figura en el Lee es que en  uno de cada cuatro niños hay un retraso en el diagnóstico de unas dos semanas. 
  • Los síntomas varían desde tos, a dificultad respiratoria (el más frecuente) o estridor.
  • La radiografía de tórax es anormal en el 81% de los casos (hiperaireación, atrapamiento aéreo o infiltrado pulmonar), aunque el cuerpo extraño sólo se confirma en el 20% de los casos. Cuando la radiografía es normal se puede asociar a obstrucciones de la vía respiratoria superior. 
  • La localización principal del cuerpo extraño es en el bronquio principal derecho (72%) al formar un  menor ángulo con la traquea, si se compara con el izquierdo. 
  • En el 94% de los casos el cuerpo extraño es comida. Lo más frecuente es el cacahuete, también nueces, granos y semillas. La aspiración de cuerpos extraños no alimenticios se asocia a mayor mortalidad que la de la aspiración de comida.

He mirado algunos paquetes de cacahuetes y pipas en el supermercado, y sí que vienen explícita la advertencia del peligro para menores de tres años. La verdad es que nunca me había percatado, pero por lo menos viene en mayúsculas.


La incidencia alta de estos accidentes hace necesario insistir en la prevención primaria: alimentos bien masticados y no permitir el juego ni la ingestión de frutos secos a determinadas edades. ¿Debería haber más iniciativas publicas para educar y proteger a la población de estos accidentes? 

BIBLIOGRAFÍA
  • Sidell DR, Kim IA, Coker TR, Moreno C, Shapiro NL. Food choking hazards in children. Int J Pediatr Otorhinolaryngol. diciembre de 2013;77(12):1940-6. 
  • Otorrinolaringología: cirugía de cabeza y cuello. México: McGraw-Hill Interamericana; 2002. 
  • Tomás Barberán M. Tratado de otorrinolaringología pediátrica: ponencia oficial de la SEORL 2000. Girona: Gràf. Alzamora; 2000.


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